Paseando con unos amigos entre arrozales nos cruzamos con unas adolescentes que también hacían el mismo camino.
Aprovechaban las horas del atardecer para tomarse fotos unas a otras.(Fotografías de esas que luego se cuelgan a centenares en el "Caralibro").
Aprovechaban las horas del atardecer para tomarse fotos unas a otras.(Fotografías de esas que luego se cuelgan a centenares en el "Caralibro").
El ligero viento y la cálida luz del atardecer hacían que sus largos cabellos ondearan con un luminoso color dorado.
Decidí tomar algunas instantáneas que reflejaran la atmósfera mágica que se creaba en esos momentos sin que ellas se dieran cuenta, para que no se estropease el etéreo encanto que percibía. Quería reflejar la belleza efímera del atardecer que tan bien reflejaban aquellos instantes.
La adolescencia como un corto soplo de tiempo entre la niñez ya perdida y la cercana juventud.
Gran de Pals - Verano 2011
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